Extrañamos a Tan Biónica y éstas 10 historias reales explican el porqué

Por Sofi D’alesio

Eran amigos y hermanos que compartían la misma pasión por la música. Empezaron a hacer música sin tener un nombre definido hasta que el proyecto de Tan Biónica comenzó de a poco a ver la luz, tocando en bares, teatros y festivales. Luego de años de trabajo y con ya dos discos y un EP, en 2010 su sencillo “Ella” explotó en todas las radios y canales de música y de pronto comenzó un fenómeno que no se pudo frenar.

Chano Moreno Charpentier, Bambi Moreno Charpentier, Diega Lichtenstein y Seby Seoane habían creado algo distinto y original dentro de lo que era la música nacional. Habían logrado captar a un nicho de personas que no tenían tanta representación musical y que enseguida encontraron un lugar de pertenencia en “el piberío biónico”. Con letras profundas y melodías pegadizas, Tan Biónica se convirtió en la banda más popular del país, llenando conciertos multitudinarios alrededor de todo el país, con show de más de cien mil personas.

Con una larga lista de éxitos, se destacaban “Beautiful”, “Loca”, “Ciudad mágica”, “Arruinarse”, “Obsesionario en La Mayor”, “La melodía de Dios”, “Música” y “Mis noches de enero” entre los temas que se escuchaban por todos lados y que hasta un no seguidor de la banda conocía.

Pero no fue solo en Argentina donde supieron dejar su huella. Lograron llegar a otros países de Latinoamérica, México y hasta Europa y con su último disco de estudio “Hola Mundo” buscaban seguir conquistando nuevos públicos. Pero lamentablemente los planes se tuvieron que modificar a mitad del camino. Luego de varios acontecimientos desafortunados y desencuentros, la banda decidió separarse en 2016. Aunque en su momento se hablaba solo de un “impasse”, el tiempo fue pasando y no se volvió a saber más nada de un posible reencuentro. Incluso, proyectos personales solistas comenzaron a salir a la luz y la ilusión se desvaneció por completo.

La idea de quien escribe esta nota no es reclamar ni pedir un reencuentro, sino apelar al lado más nostálgico de todos sus fans que siguen extrañando su música. Varios seguidores fieles de la banda decidieron contar experiencias y recuerdos que vivieron gracias a lo que Tan Biónica representaba y compartirlos en homenaje a lo que fue.

@meripeg

“Tan Biónica me cambió la vida en muchos sentidos, para empezar su música me acompañó en muchos momentos especiales y me llevó a hacer grandes amistades que conservo hasta el día de hoy. Teníamos un grupo de WhatsApp de fans de Uruguay, conocí mucha gente copada ahí, compartíamos el fanatismo y lo que sentíamos con su música. Tuve la suerte de ir a varios conciertos de ellos y de poder abrazarlos en varias oportunidades, son personas por las que siempre voy a tener un aprecio enorme. En el último concierto de ellos al que fui, allá por 2016, en Punta del Este, conocí a quien ahora es mi novio hace varios años. Lo primero que nos acercó fue lo especial que era la banda para nosotros. Viajé y conocí gente de otros países, recibí llamadas de distintas partes del mundo con la movida que realizaban a fin de año, el #NuncaMasSolos. Y lo más lindo es que incluso ahora en sus distintos proyectos sigo compartiendo con amigos y apoyándolos. Siempre con la esperanza de que se vuelvan a juntar y de vivir esos conciertos que eran mágicos”.

@delfxn

“El día que los conocí por primera vez fue muy especial e inolvidable. Fue el 4 de noviembre del 2012 en Potrero de los Funes, San Luis. Me acuerdo que viajando para la ciudad estuvimos viendo lo que ellos hacían por las redes sociales, cuando vimos que ellos estaban en un famoso hotel de esa zona y sin dudarlo fuimos directamente ahí antes del recital. Al llegar, con toda mi familia, decidimos entrar al hotel para ver si había forma de encontrarlos. Entramos y no pasaron ni siquiera 5 minutos que nos dimos vuelta y ellos estaban entrando a la recepción, todos nos quedamos paralizados y sin pensarlo fuimos a hablarles, ellos muy dispuestos, cariñosos y amables nos abrazaron, nos sacamos fotos y hablamos un rato. Nunca me sentí tan aceptada por algún famoso como hicieron sentirme ellos. Días después sacaron ‘La Melodía De Dios’ donde nombran exactamente esa fecha (4 de noviembre) después de escucharla me quede en shock y definitivamente esa se convirtió en mi canción favorita de Tan Biónica. Escucharlos me hace sentir que me olvido de todo, que puedo pasar momentos hermosos con mi familia y amigos. Si tuviera que definir a Tan Biónica con una palabra yo diría que son ‘familia’, por todos mis momentos vividos con ellos y junto a mis seres queridos”.

Sofi Debicki @sofidebicki

“Era una típica mañana de abril. Yo estaba en secundaria y sabía que Tan Biónica iba a estar por la tarde en una radio de la Ciudad de Buenos Aires promocionando su gira.
De repente un mensaje lo cambia todo. Esta banda iba a estar en otra radio por la mañana en el mismo lugar pero en una radio diferente.
Y así fue como decidí escaparme del colegio para ir a verlos. Salí rápido recuerdo, con miedo, pues era la primera vez que hacia algo así. Pero lo hice.
Después de una hora de viaje llegué a destino. Y allí estaban muchos amigos, los cuales tuve el placer de conocer gracias a la banda. La banda llegó. Estaban apurados porque llegaban tarde y nos prometieron saludarnos al final de la nota.
En el transcurso nos fuimos al bar de la esquina a desayunar. Todo era felicidad, risas.
Escuchamos en la radio que se despedían y nos acercamos a la puerta. Sale el manager y nos dice que nos iban a hacer pasar de a grupos para sacarnos fotos con ellos. Una mañana inolvidable para mi”.

Jana

“Conocí la banda justo cuando empezaba a ser más independiente y lo que más rescato son las personas que me presentó. Junto a ellas gané libertad, confianza, empatía, me empoderé, encontré mí lugar. Celebro sus logros como propios y, aún hoy, recordar cada show y cada viaje juntos es una fiesta! Eso eran ellos para nosotros, fiesta alegría y felicidad.
Así que, si de agradecer se trata, a Tan Biónica le agradezco los amigos, los viajes, la experiencia, la emoción y el amor”.

Juli Dahbar

“De todas las anécdotas que nacieron gracias a Tan Biónica creo que la que le voy a contar a mis hijes en un futuro va a ser la del viaje a Mar del Plata. Viéndolo a la distancia, con otro tipo de consciencia gracias a todo lo que el feminismo logró visibilizar, me parece una locura. Que con 15 añitos mis papás me dejaran viajar por un día a una ciudad a 500 km de la mía, con gente que desconocían, sin ningún tipo de control, para ver un show y volver. Es impensable en un contexto como el actual. Pero en ese entonces, gracias a mi uso de las frases clave: “van mis amigos, ellos son más grandes, viajan todo el tiempo, no me voy a separar” el día de Navidad en vez de un paquete o una bolsa me encontré con un sobre que en negro decía: vale X un viaje a MDQ (inserte grito de felicidad).
Nueve días después, que parecieron eternos, me despertó la alarma (una canción de Tan Biónica, por supuesto) a eso de las 3:30 de la madrugada. Mi papá ya estaba despierto, nervioso, me había preparado un Nesquick y me repetía los mismos consejos que ya me habían dicho unas 756 veces. Nos tomamos el tren Urquiza y una vez en Lynch, me despidió rápido para que corriera al micro. Por suerte no tuvo tiempo de arrepentirse, porque era uno de esos bondis viejos que van despacio y medio que se caen a pedazos (tardamos ocho horas en lugar de cuatro). Pero a mí no me importaba ni un poco, desde que me senté en una butaca del fondo, mentalmente dije: empieza la aventura.
Llegamos a Capital Federal y se subieron mis amigos. Los que ya sabía y los que fueron una sorpresa, hubo abrazos y gritos de emoción. Cantamos, nos reímos de cualquier cosa, algunos tomaron alcohol y otros se durmieron con el solcito dándoles de lleno en la cara a falta de cortinas. Yo no podía parar de sonreír, me sentía una adulta en pleno uso de su libertad, pero con el corazón latiendo a mil por segundo de la emoción por ver a una banda.
Ni bien llegamos, las personas que nos llevaron nos mostraron dónde quedaba el hotel en el que ellos se hospedaban. Emoción multiplicada: encima del viaje, de mis amigos y del show, cabía la chance de darles un abrazo ¡de nuevo! Por supuesto que esa noticia borró la idea de ir a la playa de nuestra lista de prioridades y nos quedamos toda la tarde en la vereda esperando. Acechantes, cual animales pacientes que necesitan divisar a sus víctimas, debatíamos si saldrían o no a almorzar
–¿Los famosos se meten al mar?
-¡No boluda, mira si se resfrían y no pueden cantar!
-Me muerooo, tanto viaje al pedo
-¡Paren! El hotel tiene un restaurant ¿o no?
-Si… ¿por?
-Síganme, vamos de a poquitos…- Juro que en esos tres segundos me imaginé la tapa del diario al día siguiente: jóvenes detenidos en Mar del Plata por irrumpir en un hotel. Mi amigo me sacó del transe tirándome del brazo, qué podía pasar, todo el resto ya estaba adentro.
Y así nos metimos, quizás sin saberlo le dábamos ideas al guionista de You.
Nos sentamos distribuidos como si no nos conociéramos pero en realidad nos mirábamos sobre las cartas abiertas de los menúes conteniendo la risa. Yo no los había visto, de hecho me tomé muy en serio la tarea de elegir merienda (también quería parecer adulta a los ojos del camarero que sospechaba por mi remera biónica, supongo). Ya había pedido un muffin de banana que salía la mitad de la plata que tenía para el resto del día; cuando una amiga me llamó la atención haciéndome caras ¡Están ahí! ¿¡Qué!?
Efectivamente ahí estaban, era verdad que los famosos almorzaban: el baterista (mi persona favorita en ese entonces) y los dos músicos invitados, frente a sus platos vacíos mientras charlaban lo más campante. ¿Qué hacemos? ¡Nada, nos van a echar! Así que esperamos. Nadie se movía de su mesa, algunos comían, otros tomaban licuados. A mí me explotaba el corazón de adrenalina, no quería perderme la oportunidad de hablarles, no quería quedarme de brazos cruzados. Era ahora o nunca, los tenía ahí en frente ¿Y si te echan? No importa, por lo menos lo intenté, y el muffin estaba horrendo, no tenía nada que perder.
Me paré, vi la cara de mis amigos horrorizados. ‘¿Qué hacesssss?’ Caminé despacio, para no asustarlos, abrí la puerta de vidrio casi temblando. Diega me miró sonriendo, ya hasta en la pinta se me notaba lo fan: ‘Hola… perdón que los interrumpa ¿Los puedo saludar?’ Creo que soné más chica de lo que era y los tres se rieron un poco. El único que se levantó de la silla fue Diega y menos mal, me temblaba el cuerpo y solo con uno de sus abrazos me podía calmar. Me hicieron un par de preguntas, que cómo viniste, que porque no estás en el mar ¿ya comiste? Diez minutos después salí del hotel (todavía temblando) más feliz que nunca. Me sentía una heroína que vuelve de haber ganado una batalla. La misión estaba cumplida, los $550, las ocho horas de viaje, las súplicas a mis papás y el frío infernal que estábamos pasando; todo había valido la pena.
Horas después bajó Chano. Se acababa de despertar, me preguntó dónde estaba su hermano -¿Qué se yo? -Che pero viniste en bondi desde allá, se te borró la raya… -Sí boludo, saquémonos una foto. Es todo lo que me acuerdo, la emoción tiene eso, disfrutas tanto el momento que te olvidas el detalle de almacenarlo.
Cuando empezó a anochecer y no soportamos más el viento, además para qué, ya todos nos llevábamos los abrazos de nuestros artistas preferidos puestos; bajamos a donde estaba el escenario y nos mezclamos entre la muchedumbre para sentir algo de calor humano.
“Seven Nation Army” y arrancó el show. Ya ni me acuerdo las canciones pero sí vuelven las imágenes de mis amigos y yo bailando. El frío, los abrazos, los gritos, el llanto de a varios con esa canción que nos tocaba una fibra sensible. Después volvimos al micro. Eran las 3 am, había pasado 24 hs despierta con más emociones que durante todo un año. Para cuando abrí los ojos el micro estaba vacío. La luz invadía todo y escuchaba una voz lejana que me decía: Juli, preparate que ya bajas. Eso era todo, la aventura había terminado.

Por suerte es de esas anécdotas que no se borran porque nunca más me pasó algo parecido. Tan Biónica, además de ser el soundtrack de mi adolescencia, fue la cuota de locura que sacó mi lado más apasionado. No sé cuántos viajes a Mar del Plata tendrá la vida, esas oportunidades para ser valiente y lograr lo que uno sueña no crecen en las plantas; pero por lo menos sé que gracias a ese viajecito voy a buscar la forma de subirme a todos los bondis que me proporcionen aunque sea la mitad de esa felicidad”.

@ppauale

“No voy a mentir, cuando se separaron me enojé, me enojé muchísimo. Con todos. No podía creer que tantos años de alegría se habían terminado. Porque eso fue tan biónica para mi. Felicidad. Nunca fui tan feliz y lo digo de verdad. Agradezco al universo que hayan aparecido en un momento tan difícil para mí. Y también agradezco haber podido ir a su último recital, haber podido escaparme, así como hacía para irlos a ver siempre. Siempre viajando con ustedes. Después de ese vivo tan emocionante puedo volver a recordar toda esa felicidad, tal vez con un poco de melancolía. Pero no quería dejar de decirles que los amo. Y que gracias por salvarme. YO LOS ESPERO TODAVIA, YO CREO QUE EL OLVIDO ES UNA FANTASÍA. GRACIAS”.

Dai Ortiz

“Resulta que Tan Biónica iba a tocar en Parque Roca y como faltaba poco para la vuelta a clases, hicieron una campaña para ir a buscar entradas para el recital a cambio de útiles. Fue en la casa de la cultura. Cuando me entero que esto iba a pasar el 12 de febrero (día de mi cumpleaños) obvio que decidí ir porque FAN. Me acuerdo que una amiga del colegio me ayudó a hacer un cartel que decía “TB hoy es mi cumple” y nos fuimos. Cuando llegamos la cola era inmensa y cualquier esperanza de verlos se disipaba pero por suerte unas amigas de mi amiga habían ido a hacer la fila la noche anterior y por lo tanto estaba entre las primeras. Cuando entré con mi cartel para buscar las entradas, al primero que veo fue a Guido que me abrazó y me saludó por mi cumpleaños mientras yo lloraba a mares (eso que todavía no había visto a los Tan Biónica) así fui pasando uno por uno, entre abrazos, saludos de cumple, muchos “deja de llorar” jajaja y no sé en qué momento alguien empieza a cantar el feliz cumpleaños y se suman todos, incluidos ellos. Busqué mis entradas y me fui, lo más loco es que después de eso algunos canales de televisión me hicieron notas porque habían ido a cubrir la movida solidaria y les hacían notas a los fans. El mejor día del mundo”.

Jordy Cannella

“¿Tan Biónica? un cambio en mi vida. Quizá por azar, quizá por elección, no lo sé. Recuerdo que conocí el nombre de la banda cuando sonaba en el auto de una amiga y volví a reencontrarme con su música cuando alguna ex de mi adolescencia se despidió con “la suerte está echada”… mis primeros recitales, animarme a decir lo que me gustaba, conocer un montón, pero realmente un montón de personas, buenas y malas que marcaron mi vida. Tantos amores, tantos recuerdos, tanta historia que empezó a ser inherente a la banda, incluso cuando dejó de existir. Creo que no sería quien soy si no me hubiera topado con Tan Biónica”.

 

Barbi Martínez

“Tan Biónica es la banda con la cual empecé a ir a recitales, me acuerdo aquel 2013 donde empece a decir bueno, esto es lo que quiero hacer, ir y emprender una aventura de la cual se que nunca me iba a arrepentir. Conocí gente, conocí amores, me rompieron el corazón pero sabía que esas canciones me iban a reconfortar el alma. Sin dudas, hizo también que decida estudiar periodismo para entrevistarlos a ellos pero justo se separaron en mi cumpleaños, el sueño se acabó, aunque queda la esperanza sin olvido, de que mi banda, nuestra banda, va a volver a los escenarios, cantando cada canción con ese sentimiento único. El cual sólo lo podíamos vivir ahí”.

Florencia Villar Aldao

“No está en mis capacidades juzgar el estilo ni la calidad musical, solo sé que sus ritmos y la mayoría de sus letras se adaptaban a un amplio margen de edades. Padres e hijos podíamos compartir la música a todo volumen en la casa los fines de semana e incluso cantar sus letras pegadizas. ¡Se extrañan los viajes en familia para ir a sus recitales! Sí, íbamos todos, desde el pequeño de 4 años hasta la mayor de 20 y la pasábamos genial todos juntos!!!!

Tan Biónica provocaba cosas que todavía recuerdo. A la salida del primer día de clases del jardín de infantes, le pregunto a mi hijo de 4 años en ese momento cómo le había ido. Su respuesta fue muy sincera: “Bien pero nos hicieron cantar canciones tontas de lechuzas y me aburrieron. Yo quería cantar ‘Pastillitas del olvido’.”

Anónimo

“Me costaba mucho que personas que veían de afuera cómo seguía a la banda entendieran lo que significaba para mí. Tan Biónica, además de música que me representaba, simbolizaba para mí una enorme excusa para ver a mis amigos, vivir aventuras diferentes cada vez que nos subíamos a un bondi para ir a un show en otro punto de la ciudad o en otra provincia y una forma de distraerme de los problemas cotidianos de la vida. Me hicieron crecer, encontrarme e reinventarme. Sus recitales tenían un efecto más fuerte que una sesión de terapia. Me hacían sentir una persona distinta. Todavía recuerdo la sensación y me dan escalofríos. ¿Volverán alguna vez a los escenarios? No sabemos, pero la ilusión siempre está, porque fue un pasado que todos los biónicos recordamos con amor. Sonrío solo de pensarlo”.

SU PRESENTE

Aunque tomaron caminos separados, cada uno continuó con sus proyectos personales, seguidos incondicionalmente por los biónicos nostálgicos. Su nueva música llena el vacío que había dejado Tan Biónica y abre la puerta de una etapa diferente para todos.

Luego de “El Encuentro”, donde Bambi se consagró como solista y creó temas como “Color” y “Cuando Despiertes”, ahora lanzó su segundo disco solista titulado “Desarmar”. Como primer sencillo sacó “ZZZ” en el que colabora con Natalie Pérez.  “Así como fue en mi primer álbum Mon Laferte, me gusta colaborar con mujeres fuertes, artistas que componen sus propias canciones y aportan algo nuevo a mi música”, aseguró.

Por su parte, Chano sacó también dos discos solistas “El Otro” y “El Doble”. Sus temas como “Carnavalintro” y “Naistumichiu” fueron éxitos que sonaban en todas partes.

 

Por su parte, Diega actualmente se desempeña como DJ y productor y baterista en algunos proyectos de sus ex compañeros de banda. Entre 208 y 2019 lanzó dos canciones llamadas “It’s you” y “Stay Tonight”.

Seby también presentó temas solistas bajo el nombre de SBY. En 2018 lanzó “Mi mejor presente” y en 2019 “Que voy a ser?”.

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